Chihuahua, Chihuahua.- El cambio de los tres poderes a Juárez no representará ninguna afectación a la Iglesia católica de la ciudad de Chihuahua y su Arquidiócesis, dijo ayer el arzobispo don Constancio Miranda Weckmann, al afirmar que fue una decisión positiva que seguramente traerá beneficios a los habitantes de la frontera que han vivido en una situación de crisis.
El hecho de que a partir de este día Juárez se convierta en la capital del Estado, cuya decisión fue asumida por el mandatario estatal licenciado José Reyes Baeza Terrazas, como un acto de respaldo a la frontera que ha alcanzado elevados índices de violencia e inseguridad, fue calificado por el arzobispo como una acción positiva.
Reconoció que hasta ayer no tenía comunicación con el obispo de Juárez, Renato Asencio, para conocer su opinión respecto a lo establecido por el gobernador del Estado, no obstante, aseguró que la cercanía de los poderes a Juárez traerá más beneficios que perjuicios. "Teniendo en primera mano el más alto nivel de decisión, es más pronta la respuesta, es buena opción", fueron las palabras de monseñor, al asumir que Juárez es de las ciudades que más problemas de inseguridad registra en el país y que la decisión del cambio de poderes llega en un buen momento.
Respecto al proceder de la procuración de la justicia y de quienes tienen esa sentida responsabilidad, expresó: "Todos hemos hecho el mejor esfuerzo para tener un mejor entorno, la procuración que tenemos es favorable, he visto que sí ha habido un compromiso con la sociedad".Finalmente mencionó que el cambio de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, seguramente representará un beneficio a los juarenses, quienes tendrán a su favor la inmediata toma de decisiones con la concentración de los poderes.
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