Chihuahua, Chihuahua.- "La Iglesia respeta a todas las personas, también a quienes tienen tendencias homosexuales, no permite la discriminación para nadie, pero de ahí a otorgar estatuto de matrimonio a personas del mismo sexo, eso es injusto porque va contra la naturaleza".
Es la opinión de monseñor Rafael Sandoval Sandoval, obispo de la Tarahumara, respecto de la aprobación de autorizar el matrimonio entre personas homosexuales y la adopción para dichos vínculos, por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Explicó que sólo se le puede llamar matrimonio a la unión madura y libre entre hombre y mujer porque ahí crecen de manera adecuada los hijos.Respecto de las adopciones, opina que esa decisión atenta gravemente contra los derechos de los niños y traerá consecuencias graves para las personas y para la sociedad.
"Es una pena que habiendo problemas muy delicados para discernir en el país, ahora se interesen (los legisladores) por esto para causar impresión y desviar la atención sobre lo que en verdad nos urge".Considera que la decisión de los diputados es irresponsable y arbitraria porque nunca se consultó a la ciudadanía. "Uniéndome al cardenal Norberto Rivera Carrera (arzobispo de México), que esta decisión es irresponsable.
Es una burla a la sociedad, a la familia y valores de todos los mexicanos".Ante dicha determinación, el obispo manifestó que otorgar el estatuto de matrimonio a personas del mismo sexo y que da la posibilidad de adoptar niños y niñas, le causa mucho dolor."Lo que México necesita es afianzar valores familiares, amor y respeto de hijos a padres y viceversa; promover la espiritualidad profunda, a la familia y no andar legalizando lo que es perverso, porque perverso quiere decir que va contra la naturaleza".
A la ley aprobada la calificó como inmoral y aberrante para todo aquel que respete la naturaleza humana, porque pretende cambiar el curso natural. Y enfatizó que de ninguna manera se pueden equiparar las uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio.
"Para quienes profesamos la religión cristiana, la unión entre hombre y mujer no es sólo una forma de organización social, sino un orden instituido por Dios ante la creación".Cuando se da una ley humana contra la voluntad divina, explicó, el hombre se pone en lugar de Dios, a lo cual se le llama pecado fundamental.
"Además, niños y jóvenes necesitan que les presentemos la grandeza y belleza del amor del hombre y la mujer. La familia es un valor de mexicanos, no echemos abajo ese valor, si no les damos esos valores, no nos quejemos entonces de las consecuencias".
El obispo hizo una invitación "a que volvamos la mirada a Jesucristo que nunca defrauda, Él nos enseñará a ver en el matrimonio de un hombre y una mujer el tesoro más querido".Describió a la familia como la escuela de la fe y el lugar donde se nace y se acoge a la vida. "Ojalá que los Santos Reyes nos hayan traído más sabiduría para caminar en la vida como Dios quiere y no como nosotros andemos opinando".
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