Chihuahua, Chihuahua.- "El aborto es considerado por la Iglesia como un acto ilícito e inmoral, por tanto quien lo procura o colabora a que éste se efectúe incurre en la excomunión; no obstante al reprobar el pecado acogemos al pecador arrepentido y lo invitamos a la penitencia y a la reconciliación con Dios", expresó el arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda.
Lo anterior, luego de dar facultad no delegable a los sacerdotes diocesanos y religiosos que tienen su domicilio en la Arquidiócesis, de absolver en el fuero sacramental la censura llamada "latae sententiae", causada por la procuración del aborto.
En ese sentido, explicó que esta concesión aplica para quien comete el crimen del aborto, a quienes participan y colaboran en el aborto de manera formal, es decir, a sabiendas y con eficacia; "sin cuya cooperación el delito no se hubiera producido como es el caso del médico, la partera, la enfermera, la trabajadora social, el esposo o pariente que haya tomado parte activa en él, y no sólo a la madre, pues incluso muchas veces la culpabilidad de la madre, a causa de las presiones sociales y psicológicas, es menor a la de quienes la inducen a abortar", dijo el arzobispo. Indicó que este perdón está basado en el don de la misericordia a quienes hayan incurrido en la censura de la excomunión por este motivo, a quienes se les hará reflexionar sobre la altísima dignidad del ser humano, así como sobre el origen divino de la vida.
"Es un llamado de atención para que cambien su conducta y pensamiento, pues este acto es oponerse al proyecto de Dios de comunicar y cuidar la vida humana", comentó Miranda.Agregó que dicho perdón deberá ir acompañado de una penitencia como reparación, la cual deberá contener la fuerza necesaria para que el penitente comprenda la gravedad de la falta cometida.
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