Chihuahua, Chihuahua.- Aunque no es mamá biológica, la agente de Vialidad Yasmín
Paniagua adoptó a la hija de su esposo cuando apenas tenía tres años, y su amor
por ella es como el de una verdadera madre, pues se desvela cuando se enferma,
la apoya con su tarea y la cuida como si ella la hubiera llevado en su vientre.
Parada en medio del crucero de las avenidas Carranza y Juárez, Yasmín, como
todas las mañanas, dirige el tráfico de los lugares a donde es enviada a laborar
desde que egresó de la academia de la Dirección de Vialidad, sin embargo quien
la ve no se imagina la labor de madre y esposa que realiza en su tiempo libre.
La agente platica que hace seis años se casó con su marido, sin embargo
él tenía a su cargo a su pequeña hija de apenas tres años, que ella adoptó desde
un principio como si fuera de ella. Con el paso del tiempo, como toda una
verdadera mamá, se ha desvelado cuando llega a estar enferma, le ayuda con la
tarea y la educa.
Actualmente la pequeña tiene nueve años y para Yasmín
ha sido muy bonito sentir ese amor que le da su hija, "yo la adopté como si
fuera mía, prácticamente es mi hija, porque he batallado para cuidarla". Ha
visto cómo ha crecido y está presente en sus logros y fracasos, momentos que son
inolvidables para esta joven madre, que lo califica como una experiencia hermosa
y lo mejor que le puede pasar a una mujer, y más cuando se tiene que compartir
el tiempo entre el trabajo, los hijos, las labores del hogar y su esposo.
Diariamente se levanta a las cuatro de la mañana para dejar la ropa
lista para la escuela y trabajo, el desayuno y los alimentos para la hora de la
comida, una vez que deja todo preparado sale a prisa para su trabajo y estar en
punto de las seis de la mañana para el pase de lista en la Dirección de
Vialidad.
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