sábado, 26 de junio de 2010

Dejó agente Manríquez a tres hijos y su esposa


Como una excelente persona dedicada a su familia y trabajo fue considerado ayer por sus seres queridos el agente estatal Luis Carlos Manríquez Portillo, quien fuera asesinado el pasado miércoles en esta capital.Al ser entrevistada en el funeral de su esposo, la señora Silvia comentó que Luis Carlos siempre se caracterizó por ser una persona muy alegre y dedicada al cuidado de su familia, por lo cual no entiende el porqué fue asesinado, si sólo se dedicó a trabajar honestamente.Dejando a tres hijos de 16, 9 y 2 años de edad, el agente Manríquez fue privado de la vida el pasado miércoles en el fraccionamiento Praderas del León, ante lo cual su esposa dijo que es una lástima que la gente asesine a policías honestos que sólo hacen bien su trabajo.Al recordarlo como una persona positiva con más de 20 años en los cuerpos policiacos de esta entidad, la señora Silvia comentó que su forma alegre de ver la vida siempre lo llevó a ser querido por todos sus familiares y amigos, destacando que nunca se dijo temeroso de trabajar como policía, pues era lo que más le gustaba."En una ocasión nos dijo: Si algún día me persiguen los delincuentes para matarme, yo les diría que no me dispararan y que mejor yo solo me quitaba la vida, conteniendo el aire como si fuera Chabelo en sus películas", recordó con tristeza Silvia, al indicar que siempre estaba bromeando y seguro de su trabajo.Entre las cosas que dejó pendientes -comentaron los familiares de Luis Carlos, de 36 años- era comprarse un carro clásico, ya que con él planeaba arreglarlo y pasearse por la ciudad.Asimismo comentaron que creció en la ciudad de Parral y desde hace dos décadas trabajaba como policía en varios cuerpos de la entidad hasta que en el 2004 ingreso a la Cipol y fue asignado algunos años a Ciudad Juárez."Si existe un ejemplo de un buen padre, ese es Luis Carlos", aseguraron sus familiares, mientras el féretro de este policía era acompañado por varios de sus compañeros en funerales Miranda, durante la tarde de ayer.Entre sus actividades personales a Luis Carlos le gustaba escribir poemas, los cuales ayer su esposa Silvia recordó con mucho agrado, destacando que era muy "ocurrente" y siempre andaba contando chistes."No entiendo por qué nos lo quitó Dios, pero sé que desde dondequiera que esté nos estará siempre cuidando", expresaron sus familiares


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