Aunque se ha portado bien todo el año, sus padres no tienen recursos para comprarselo
Chihuahua, Chih.-Alán Rogelio es un niño de 3 años, pecoso, de regordetes cachetes, cabello lacio y rebelde, de pequeñas manos, sonriente, le gustan los carritos, un niño sin complicaciones, pero también uno que esta Navidad no recibirá regalos.
En una casa de adobe de una sola pieza vive con sus 2 hermanos y sus padres, Alán es quien más corre, va y viene por su casa, y afuera juega con un viejo carro que ya no funciona o simplemente se divierte con lo que se encuentra en la tierra.
Aunque no tiene chimenea, Alán nos compartió que Santaclós entra por su puerta en Navidad y aunque no le deja leche o galletas sí se acuesta temprano para esperar un regalo, pero este año, ante una mala situación económica familiar, no habrá nada qué desenvolver.
"No tenemos árbol de Navidad porque no cabe en la casa", explicó este pequeño, quien en su vivienda tampoco tiene calentón, sólo dos camas para todos sus integrantes, unas cuantas cobijas y una sola chamarra para pasar este inverno.
Luego de correr descalzo, su madre le pidió se pusiera zapatos, Alán corrió al interior de su casa y salió rápido, pero sin calcetines, pues dijo que los que tiene están sucios.
"Yo me porto bien todo el año para que llegue Santoclós, pero ya me dijeron que este año no llegará, pero si tú me traes algo, tráeme un carro a control remoto", fue la petición de este niño de 3 años.
Chihuahua, Chih.-Alán Rogelio es un niño de 3 años, pecoso, de regordetes cachetes, cabello lacio y rebelde, de pequeñas manos, sonriente, le gustan los carritos, un niño sin complicaciones, pero también uno que esta Navidad no recibirá regalos.
En una casa de adobe de una sola pieza vive con sus 2 hermanos y sus padres, Alán es quien más corre, va y viene por su casa, y afuera juega con un viejo carro que ya no funciona o simplemente se divierte con lo que se encuentra en la tierra.
Aunque no tiene chimenea, Alán nos compartió que Santaclós entra por su puerta en Navidad y aunque no le deja leche o galletas sí se acuesta temprano para esperar un regalo, pero este año, ante una mala situación económica familiar, no habrá nada qué desenvolver.
"No tenemos árbol de Navidad porque no cabe en la casa", explicó este pequeño, quien en su vivienda tampoco tiene calentón, sólo dos camas para todos sus integrantes, unas cuantas cobijas y una sola chamarra para pasar este inverno.
Luego de correr descalzo, su madre le pidió se pusiera zapatos, Alán corrió al interior de su casa y salió rápido, pero sin calcetines, pues dijo que los que tiene están sucios.
"Yo me porto bien todo el año para que llegue Santoclós, pero ya me dijeron que este año no llegará, pero si tú me traes algo, tráeme un carro a control remoto", fue la petición de este niño de 3 años.
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