DIARIO.COM
Chihuahua— Un nuevo temblor se registró ayer a las 14:09 horas en la zona fronteriza de Ciudad Juárez con una intensidad de 4 grados en la escala de Richter, informó el Servicio Sismológico Nacional (SSN) del Instituto de Geofísica de la UNAM.
El epicentro se localizó a 132 kilómetros al sureste de Ciudad Juárez, entre Villa Ahumada y Guadalupe Distrito Bravos, con una profundidad de 10 kilómetros, por lo que se emitió un sistema de alerta sísmica.
Se informó también que la ubicación exacta de los epicentros de los temblores ocurridos en fechas recientes en los municipios de Juárez y Ojinaga, fueron presentados en el mapa de México del Sistema de Alerta Sísmica.
Su localización se realizó gracias a la información proporcionada por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y del Instituto de Geofísica de la UNAM, dos instituciones pendientes de las inusuales actividades telúricas en el estado.
Manuel de Santiago Moreno, director de Ecología y Protección Civil del Municipio, reiteró que geólogos, meteorólogos, expertos de UTEP y de la UACJ, así como personal de Protección Civil del Estado acudirán a estudiar el lugar donde se registró el epicentro con la intención de conocer que es lo que está provocando los temblores.
Mencionó que del 27 de abril a la fecha ya son 32 movimientos de tierra los que han ocurrido en esta región, por lo que ven la posibilidad de que se esté registrando el nacimiento de un volcán o cordillera, puesto que no existen mantos acuíferos en la zona.
El SSN señala que cerca del punto exacto donde se origine un sismo, se perciben movimientos intensos, tanto verticales como horizontales, en tanto, a partir de los 100 kilómetros de distancia del epicentro, predomina el movimiento horizontal.
Cuando una construcción sufre el movimiento horizontal del terreno, se generan inercias laterales, dependiendo de la masa y la altura del inmueble. Mientras más peso tenga en la parte superior, mayor es la fuerza lateral generada a partir de su movimiento.
Las fuerzas de inercia se transmiten de arriba hacia abajo, es decir del techo o loza del piso superior, hacia los elementos resistentes como muros y columnas; luego pasa hacia los pisos inferiores hasta llegar a la cimentación y al terreno de apoyo.
Ahora, los habitantes y constructores de las “nuevas regiones sísmicas” del estado, deberán tomar en cuenta que para que resistan las construcciones las fuerzas telúricas, deberán tener una distribución adecuada de los elementos resistentes como columnas o muros de carga, así como elementos horizontales como trabes y lozas.
Al excederse la resistencia de los elementos estructurales, las edificaciones sufren daños tales como agrietamientos, aplastamientos, grandes deformaciones e incluso, el colapso total de su estructura.
El epicentro se localizó a 132 kilómetros al sureste de Ciudad Juárez, entre Villa Ahumada y Guadalupe Distrito Bravos, con una profundidad de 10 kilómetros, por lo que se emitió un sistema de alerta sísmica.
Se informó también que la ubicación exacta de los epicentros de los temblores ocurridos en fechas recientes en los municipios de Juárez y Ojinaga, fueron presentados en el mapa de México del Sistema de Alerta Sísmica.
Su localización se realizó gracias a la información proporcionada por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) y del Instituto de Geofísica de la UNAM, dos instituciones pendientes de las inusuales actividades telúricas en el estado.
Manuel de Santiago Moreno, director de Ecología y Protección Civil del Municipio, reiteró que geólogos, meteorólogos, expertos de UTEP y de la UACJ, así como personal de Protección Civil del Estado acudirán a estudiar el lugar donde se registró el epicentro con la intención de conocer que es lo que está provocando los temblores.
Mencionó que del 27 de abril a la fecha ya son 32 movimientos de tierra los que han ocurrido en esta región, por lo que ven la posibilidad de que se esté registrando el nacimiento de un volcán o cordillera, puesto que no existen mantos acuíferos en la zona.
El SSN señala que cerca del punto exacto donde se origine un sismo, se perciben movimientos intensos, tanto verticales como horizontales, en tanto, a partir de los 100 kilómetros de distancia del epicentro, predomina el movimiento horizontal.
Cuando una construcción sufre el movimiento horizontal del terreno, se generan inercias laterales, dependiendo de la masa y la altura del inmueble. Mientras más peso tenga en la parte superior, mayor es la fuerza lateral generada a partir de su movimiento.
Las fuerzas de inercia se transmiten de arriba hacia abajo, es decir del techo o loza del piso superior, hacia los elementos resistentes como muros y columnas; luego pasa hacia los pisos inferiores hasta llegar a la cimentación y al terreno de apoyo.
Ahora, los habitantes y constructores de las “nuevas regiones sísmicas” del estado, deberán tomar en cuenta que para que resistan las construcciones las fuerzas telúricas, deberán tener una distribución adecuada de los elementos resistentes como columnas o muros de carga, así como elementos horizontales como trabes y lozas.
Al excederse la resistencia de los elementos estructurales, las edificaciones sufren daños tales como agrietamientos, aplastamientos, grandes deformaciones e incluso, el colapso total de su estructura.
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